Essa semana recebi un e-mail de um amigo Brasileiro que mora aqui em Caracas.
Ricardinho, é parceiro da tradicional Cervejinha que tomamos todo Sábado e o cara está tão alterado que nem percebeu que me escreveu em Portuñol-Venezuelano, mas mesmo assim vale à pena publicar seu atestado de insanidade…
Ricardinho, é parceiro da tradicional Cervejinha que tomamos todo Sábado e o cara está tão alterado que nem percebeu que me escreveu em Portuñol-Venezuelano, mas mesmo assim vale à pena publicar seu atestado de insanidade…
(Ricardinho, não te consultei mas tenho certeza que você não vai ficar bravo!)
Hermano, estoy preocupado, me dijeron que estoy loco! Me han dicho que debo tratarme, curarme del problema mental que me tiene dominado! Lo peor es que he escuchado lo mismo de mi familia, de mis amigos, mi jefe (de el no me puedo quejar porque loco es mejor que animal) y hasta el gato también me está mirando raro, seguro piensa lo mismo!
Como te tengo mucha confianza y te considero una persona lúcida me gustaría escuchar tu opinión antes de levantar el teléfono para llamar a la ambulancia del Centro Psiquiátrico.
Te acuerdas cuando a fines del año pasado estábamos todos reunidos tomando la tradicional Solera Criptonita de los Sábados y todos se quejaban de todo en Venezuela y yo dije:
- A mi me gusta vivir acá!
La cara de asombro de todos y lo que dijo Ronaldo?
- Ricardo ya has tomado mucho hoy. No more Soleras!
Y después de todos se cagaren de la risa siguieron conversando como si nada hubiese pasado, te acuerdas?
Bueno, ese día Ronaldo vino a hablar conmigo porque creía que yo estaba deprimido. Despúes su esposa llamó a mi casa para contar a Luisa lo del asesinato en Valle Arriba y le preguntó si yo estaba mejor. Allí empezó el problema...
En la escuela de las niñas Luisa comentó la semana siguiente con la esposa de mi jefe que yo estaba deprimido y necesitaba ayuda. Esteban me llamó a tomar un café, pensé "Estoy botado! Este hombre nunca me saluda y ahora me quiere brindar un café?" Bueno, después de hablar de trabajo por 15 minutos, me preguntó:
-Estás bien, Ricardo? Sufres de algún problema mental?
-No, Esteban, todo bien.
-Ok.
Y volvió a mirar a su computadora. Salí de su oficina sin entender nada, pero después me dí cuenta: todos piensan que estoy con algún problema mental por estar feliz en Venezuela.
Entonces te pregunto: es locura considerar que a pesar de todos los problemas que enfrentamos acá yo sigo enamorado de las mañanas en el Parque del Este, me encantan las nubes que siempre tocan la cima del Ávila, no vivo sin los programas de César Miguel Rondón en la rádio y los chistes de BobbyComedia en Twitter, admiro Laureano Márquez y Luis Vicente León, me alegro siempre con los Guacamayos que vuelan en mi urbanización, me encanta el Reggaeton, la Salsa, Dudamel y la Orquestra Juvenil. Las Arepas, Cachapas, el Asado Negro y claro nuestra Criptonita (La Solera) son sabrosísimas y hasta me cae bien el Beisbol, puedes creer?!?! Ni hablar de la gente de este país y todo lo que me han enseñado: la importancia de no desistir nunca, no perder la esperanza, ser optimista, saber improvisar, ser “vivo”, ser flexible y conservar el buen humor siempre.
Soy loco entonces porque me siento feliz en poder disfrutar de todo eso? O loco son los que nunca se han dado cuenta y solo hablan de volver a sus países (los extranjeros) o irse de Venezuela (los locales)?
Coño, no joda, sé que la vaina está fuerte pero estoy feliz! Si estar feliz es ser loco, entonces voy a llamar la Ambulancia rápido, pana! Espero tu visita no Pinel!
Ricardo
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